Durante la Permanencia Media, las tradiciones monásticas tanto del occidental como del cristianismo oriental pasaron de la oración vocal a la meditación cristiana. Estas progresiones dieron lugar a dos prácticas meditativas distintas y diferentes: la Lectio Divina en Oeste y el hesicasmo en Oriente.
En la pampa solitaria todo es himno o es plegaria; escuchad cómo paraíso y tierra se unen en un cántico infinito; todo vibra en este rugido: ¡Autodeterminación!
Esfuerzo de comunicarse con alguna divinidad o espíritu, aunque sea para ofrecer pleitesía, hacer una petición o simplemente expresar los pensamientos y las emociones
Puedes usar una oración que hayas memorizado o repetir una oración como el Padrenuestro. La clave es encontrar una forma que te ayude a conectarte con tu Dios.
La oración se dirige a Dios Padre en el nombre de Cristo y puede hacerse en voz suscripción y/o mentalmente. Los pensamientos asimismo pueden ser una oración si se dirigen a Dios. La canción de los justos es una oración para Dios (D y C 25:12).
Algunas oraciones requieren la presencia de diez hombres miembros de la comunidad. Todavía están los rezos de Shajarit a la mañana Minja al mediodía y Arvit a la Indeterminación y junto en Shabat hay unidad llamado Minja los cuales son muy importantes en la vida diaria de un judío.
Pero, acertadamente porque no se hubiera fijado en aquella maniobra o porque no website quisiera someterse a ella, luego se había terminado el rezo y el «novato» aún seguía con la gorro sobre las rodillas.
En algunos casos, las plegarias se dirigen a los santos o a la Inexplorado. Aún hay quienes realizan sus pedidos a seres queridos que han muerto, confiando en su posible intervención en los asuntos terrenales. Es importante señalar que este tipo de oraciones se caracterizan por una total apertura por parte de quien las emite, por la profunda fe de comunicarse con esos seres espirituales para rogarles que los ayuden, que velen por ellos o por aquellos que más los necesitan y que no saben cómo solucionar sus problemas.
La plegaria es más que solo pedir poco, puede ser una forma de expresar obligación por los dones recibidos de la vida. Puede ser una forma de conectarse con la fuerza más excelso que existe.
El origen de la palabra "plegaria" se remonta al latín "precarius", que significa "súplica" o "ruego". A lo largo de los siglos, esta palabra ha evolucionado hasta resistir a nuestro idioma contemporáneo, manteniendo su esencia y significado innovador.
Tanto para la Iglesia Católica Apostólica romana como para la Iglesia Ortodoxa y la Copta, la eucaristía es el punto de partida y el de culminación de todo cristiano, signo de Mecanismo y vínculo indisoluble con la caridad.
Aunque la forma de plegaria pueda variar de una religión a otra, todas las religiones reconocen la importancia de la plegaria como medio para conectar con lo divino.
Los momentos de oración se efectúan de modo atrevido, de acuerdo al sentimiento que posea cada persona en el momento, o de acuerdo al sentir del Espíritu Santo como mencionan pentecostales y evangélicos. Esto ocurre incluso durante reuniones masivas como la adoración dominical.
La plegaria puede ser una forma de meditación, luego que algunas personas se concentran en una idea o tema durante la plegaria, lo que les ayuda a relajarse y a desarrollar una profunda conexión espiritual.